• Ir a navegación principal
  • Ir al contenido principal
  • Ir a la barra lateral primaria
Monjas de Suesa

Monjas de Suesa

Monasterio Trinitario de Suesa

  • Comunidad.
    • Ser monja trinitaria.
    • Nuestra oración.
    • Palabras desde el Monasterio…
  • Hospedería.
    • Caracterísiticas y contacto
    • Acogida monástica.
    • Cómo llegar
  • Escuela de oración.
    • Voluntariado en el monasterio.
    • Oración de silenciamiento
    • Testimonios
  • Contacta
  • Show Search
Hide Search
Inicio/Reflexiones/Obligada te veas, y bendita obligación.
obligada suesa

Obligada te veas, y bendita obligación.

«Obligada te veas», decimos muchas veces. Y es cierto. En ocasiones no te queda más remedio que hacer o decir algo con lo que no contabas, que no te apetece demasiado, que te cuesta, o que no te interesa, pero… qué remedio, has de hacerlo.
La situación que estamos viviendo nos está obligando a vivir situaciones del todo extrañas y excepcionales: mantener distancias, lavarnos las manos con más frecuencia de lo habitual, aprender palabras o expresiones nuevas o usar algunas conocidas pero poco utilizadas (seroprevalencia, desescalada, confinamiento, distancia física, pandemia)… Todas y todos estamos en medio de acciones infrecuentes que, poco a poco, van formando pate del día a día.
El covid-19 está trayéndonos nuevos hábitos, y uno de ellos, positivo este, es la necesidad de mirarnos a los ojos. Obligada te veas si tienes que hablar a través de la mascarilla, sí, obligada te veas.
Habitualmente, en una conversación, buscamos el encuentro también a través de la mirada, no solo del intercambio de palabras. Miramos los ojos, la expresión de la boca; intentamos conectar con quien está delante. Resulta muy molesto estar hablando con alguien que mira continuamente su teléfono móvil, o que mira hacia otro lado.
Ahora tenemos la mitad del rostro cubierto. Estamos deseando decir, como el salmista a Dios, «¡muéstrame tu rostro!». Lo que queda visible son los ojos, y estos, no engañan. No en vano decimos que los ojos son el espejo del alma. No en vano, lo primero que hacemos cuando nos enfadamos con alquien, es evitar mirarlo a los ojos. ¡La cantidad de paseos tontos que me he dado yo por los pasillos y claustros del monasterio solo por evitar cruzar mi mirada con alguna hermana con la que estaba molesta! Cada vez son menos, ¿eh? No porque no me moleste a veces, o moleste yo, sino porque es más rentable solucionar pronto el conflicto que gastar zapatilla absurdamente.
Tenemos la oportunidad de mirarnos a los ojos e intentar leer más allá de la primera impresión.
Podemos buscarnos, sonreirnos con complicidad, valorar la expresividad de los ojos que se quieren, o intuir lo que no quieren decir los ojos, y su mirada, recién conocidos.
En fin, que nos toca mirarnos a los ojos si queremos relacionarnos. Ojalá aprendamos y sigamos haciéndolo cuando podamos quitarnos las mascarillas. Ojalá podamos sostener las miradas porque nuestra vida se está convirtiendo en más honesta, más coherente, más limpia, más humilde y no tenemos nada que reprochar ni nada de qué avergonzarnos.
Os invitamos a reflexionar en el uso que hacemos de la mirada, en cómo jugamos con ella, cómo manipulamos con ella, o cómo nos comunicamos a través de ella.
Por ejemplo, ¿miras siempre a tu interlocutor cuando le das algo?, es decir, si tienes que pasarle un libro a alguien, ¿lo miras a los ojos?, ¿o le tiendes el libro sin más? Un libro, un vaso, las llaves,…
¿Hacia dónde miras?
¿Hacia dónde mira Dios?

Publicado el 8 de julio de 2020 Categorías: Reflexiones Temas: Espiritualidad

Sigue en contacto

  • Correo electrónico
  • Facebook
  • Instagram
  • Teléfono
  • Twitter
  • YouTube

Barra lateral primaria

Síguenos

  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
  • YouTube

Últimos artículos

hospedería suesa

Proyectar algo nuevo, mirar más allá

15 de julio de 2020

Lago

Domingo XV del Tiempo Ordinario. Ciclo A

11 de julio de 2020

Sencilla

Domingo XIV del Tiempo Ordinario. Ciclo A

4 de julio de 2020

Etiquetas

Adviento AmoSuesa biblia comunidad Confianza cotidianidad Cuaresma ecología en femenino Escuela de oración Espiritualidad historia Hospedería jóvenes liturgia María Materiales de oración Música Navidad Oración Orden Trinitaria Pascua Pascua 2016 Pascua 2017 Pascua 2018 Pascua 2019 Pascua 2020 Pinceladas de nuestra historia Silencio Testimonios Tiempo Ordinario Trinidad vida diaria vida monástica Vocación

Explore more

Oración Hospedería Contacta

Footer

Dónde estamos

Monasterio de la Santísima Trinidad.

Bº Mojante, 23.
39150 Suesa, Cantabria
España.

  • Correo electrónico
  • Facebook
  • Instagram
  • Teléfono
  • Twitter
  • YouTube

  • Hospedería monástica.
  • Orar con nosotras.
  • Escuela de oración.
  • Contacta con nosotras